¿Te revienta pasar fotos del iPhone al PC y ver rectángulos blancos en lugar de tus imágenes? Intentas abrirlas y Windows, con toda su cara, te sugiere comprar un códec por un dólar. ¿En serio? ¿En 2025?
Me ha pasado cien veces. Tiras fotos con el iPhone, todo queda precioso, el HEIC ahorra espacio... pero luego necesitas enviar urgente un escaneo de tu pasaporte o una foto del niño a tu abuela, que tiene un portátil más viejo que la rueda. Y ahí se acabó la fiesta. El archivo no se lee.
Lo primero que piensa cualquier persona normal es abrir Google y escribir "convertir HEIC a JPG". Te salen diez webs. Subes felizmente la foto de tu pasaporte, esperas un minuto y descargas el resultado.
¡Para ahí! Acabas de enviar tus datos personales a un servidor ajeno.
¿Dónde está ese servidor? ¿Quién lo administra? ¿Se guardan copias de seguridad? Nadie lo sabe. La mayoría de los servicios populares (incluso los grandes como CloudConvert) te piden subir el archivo a la nube. Para memes de gatos está bien. Para fotos personales o documentos importantes, es jugar a la ruleta rusa.
Pero hay una solución. Y es más simple de lo que parece.
Solución n.º 1: Conversión en el navegador (La forma más segura)
He probado un montón de herramientas y me quedo con heictojpg.website.
¿Por qué este en concreto? Porque es un convertidor HEIC seguro. A diferencia de la competencia, este sitio funciona bajo otro principio. No envía tus archivos a un servidor. Cero. Toda la magia ocurre dentro de tu navegador, utilizando los recursos de tu propio procesador.
Técnicamente se llama "conversión del lado del cliente", pero para que nos entendamos: tus fotos no salen físicamente de tu ordenador.
¿Cómo comprobar que no te miento?
Soy un paranoico de la seguridad, así que lo he comprobado personalmente. Y tú también puedes hacerlo:
- Entra en el sitio web.
- Desconecta internet (quita el cable o apaga el Wi-Fi).
- Arrastra los archivos a la ventana del convertidor (Drag & Drop).
- Se convertirán igual.
Si la web quisiera robarte las fotos, sin internet te daría error. Pero heictojpg.website funciona como una herramienta offline HEIC to JPG. Esa es la garantía de privacidad al 100%.
Sus ventajas:
- Privado: Ideal para documentos, fotos de los niños y archivos personales.
- Gratis: Sin pagos ocultos ni marcas de agua.
- Rápido: No tienes que esperar a que el archivo suba al servidor y vuelva a bajar. Todo vuela.
Solución n.º 2: Parches del sistema (Si te gusta complicarte la vida)
Claro, puedes ir por el camino oficial. Pero te aviso desde ya: es lento y a veces doloroso.
Opción A: Comprar el códec
Microsoft vende las "Extensiones de vídeo HEVC" en su tienda.
El problema: Es de pago (es poco dinero, pero molesta pagar por aire).
El dolor: A veces deja de funcionar simplemente después de una actualización de Windows y toca reinstalar drivers. Yo pasé por eso y es una experiencia dudosa.
Opción B: Configuración del iPhone
Puedes obligar al teléfono a disparar directamente en JPG.
- Ve a Configuración → Cámara → Formatos.
- Elige "El más compatible".
Por qué no es la solución definitiva: Esto salvará tus fotos futuras. ¿Pero qué pasa con las tres mil fotos que ya tienes en la galería en formato HEIC? Se quedarán ilegibles en el PC. Además, el JPG ocupa casi el doble de espacio. A mí se me llena la memoria del teléfono volando, así que volví a cambiar la configuración como estaba.
Conclusión
La tecnología debería facilitarnos la vida, no obligarnos a elegir entre comodidad y privacidad.
Si solo necesitas convertir un par de imágenes bajadas de internet, usa lo que quieras. Pero si hablamos de tus datos —pasaportes, contratos, fotos familiares— no te arriesgues subiéndolos a nubes extrañas.
Usa la conversión local. Es seguro, gratis y funciona hasta en modo avión.
¿Quieres comprobar la seguridad de tus fotos ahora mismo? Ve a heictojpg.website, apaga el Wi-Fi y prueba a convertir cualquier archivo. Te sorprenderá lo rápido que es.